martes, 15 de mayo de 2018

NOTICIÓN (Cómo lo he vivido)



   ¡Hola de nuevo! Hoy os traigo algo muy diferente a lo que os tengo acostumbrados. Vamos a entrar tanto en mi terreno personal como profesional. Hace dos meses que mi vida ha dado un giro para bien. Es cierto eso de rodearte de gente y cosas que te provoquen buena vibra. Hacía casi un año que estaba pasando por alti-bajos a nivel profesional: firmas que intentan por todos los medios aprovecharse de tu buen hacer, que les ayudas de mil y una maneras y luego no te dan ni las gracias, o que sólo te quieren en sus eventos para hacer bulto y luego si te he visto no me acuerdo; personas que se acercan a ti sólo porque quieren nutrirse de tus contactos con las marcas; personas hiper cambiantes, capaces de descuadrarte en menos de 1 minuto y dar la vuelta a la tortilla en cuanto menos te lo esperas... Son factores que se van sumando a la lista, y te alejan de tus metas. 

   Si lo piensas bien, a cualquier persona que le preguntes por sus metas te dirá: "un buen trabajo", "una casa más grande", "dar la vuelta al mundo", "comprarme un descapotable", "lograr quedarme embarazada"... En definitiva, cosas que les hacen FELIZ. Y esa es la meta que me propuse en la vida: SER FELIZ. Atajé los inconvenientes de manera políticamente correcta: corté relación silenciosamente con firmas tóxicas a nivel humano, he dejado de ir a esos eventos en los que te mandan la invitación una y otra vez desesperados, no tengo contacto con gente hiriente o con malas intenciones. ¿Sabéis qué? Ha dado sus frutos. Me centré en mis prioridades y no le di importancia a los baches.






Capítulo 1: No entiendo nada.


   Así, casi sin darme cuenta, me planté en el 24 de febrero. Era sábado, estaba sola en casa, Kike se encontraba esquiando con amigos durante unos días. Ese día era tranquilo, me encontraba con ganas de moverme, ilusionada. De hecho, vi en IG una foto con una montonera desordenada de maquillaje, la persona (autora de la fotografía) pedía ideas para organizar su maquillaje. Los que me conocéis sabéis que soy un desastre para tenerlo todo colocado, menos el maquillaje, soy lo más organizado que te puedas llegar a imaginar. Le contesté por direct con algunos vídeos de cómo lo tenía organizado, para que cogiese ideas, mientras le daba algún consejillo. Yo feliz. Ella parece que no tanto, porque a los 5 minutos de subir la foto, me dijo que ya no necesitaba consejos de organización de maquillaje (por privado), porque ya lo había colocado todo... mientras los comentarios se acumulaban en su publicación, llenos de consejos y buenas intenciones de gente con muy buenas ideas... nunca dijo stop. Llegó al punto en el que me dijo que yo era de esa clase de personas que tienen la casa impoluta, mientras sacan malas notas en clase... Decidí no contestar, evitar trifulcas, seguir mi camino.

Cinco minutos después recibí una llamada inesperada, eran las 13:30 h.:
- ¡Hola! ¿Eres Celia?.
- ¡Si! Soy yo.
- ¡Hola, encantada! Soy Lucía (nombre ficticio), manager de Mac Cosmetics del Aeropuerto de Madrid Barajas. Es en relación al puesto de trabajo al que aplicaste...




   Dejé de respirar y creo que el corazón se me paró también. Ahí estaba yo, de pie en la cocina, en pijama, con un moño medio desecho, sin maquillar y mis Crocs por zapatillas. Ya ni me acordaba de que apliqué a Mac Cosmetics 2 semanas antes. Patidifusa accedí a todo lo que me dijo. Se trataba de cubrir una baja por enfermedad, no sabía decirme si durante 1 semana, 1 mes, 1 año... Algo realmente necesario: nivel alto de inglés. Concertó una entrevista personal telefónica conmigo para el lunes 26 a las 13:45 h (se me grabó a fuego). "No quiero haceros venir hasta aquí, sois muchas, es un trayecto muy largo y encima tenéis que pagar la tasa del aeropuerto" me dijo Lucía. Una vez más me sorprendí, no estaba acostumbrada a que las empresas velasen por el bienestar de gente que ni tan siquiera trabajaba para ellos. 

   Cuando colgué y mis neuronas reaccionaron, entré en una especie de pánico, alegría, nervios, histeria... Lo primero que hice fue llamar corriendo a Kike mientras subía las escaleras de casa a zancadas.

- No te lo vas a creer... ¡¡Me han llamado de MAC!!
- ¡¿Qué?!
- ¡Si! Muy fuerte... ¿Cuántas veces lo he intentado? ¿15 veces? (nunca a Mac Internacional).
- ¡Genial! ¡Estoy súper orgulloso! Ahora a darlo todo.
- Estoy ca**da, no sé si voy a ser capaz... (empecé a llorar de felicidad).
- ¿Capaz? ¡Claro que sí!

   Me puse manos a la obra, busqué toda la info habida y por haber, debía saber más si cabe sobre Mac Cosmetics. Vi los famosos vídeos de Esbatt en los que hablaba del proceso de selección de Mac internacional (por vigésimo-quinta vez). Me empapé audiovisualmente todo lo que pude y más. Conocí más a fondo la historia del gigante de Estée Lauder.



   ¿Estaba lista? La respuesta era un "no lo sé" como la copa de un pino. Pero había que actuar con valentía y tirar hacia delante. Tenía enfrente de mí la oportunidad que tanto había ansiado. "Tienes que pasar por esto, es necesario, absolutamente necesario para lograr tu objetivo" me decía a mí misma.

   Como dato curioso, lo que me sucede desde hace años, es que cada vez que miro el móvil/reloj/reloj del coche para ver la hora, son siempre las 22.22. He buscado información muchas veces, pero nunca me queda claro el porqué (soy una persona muy racional).



Capítulo 2: ¿Seré capaz?


   Llegó la mañana del lunes 26. Tras haber estado casi dos días sin probar bocado, me levanté con una inquietante calma, ya que nada más abrir los ojos me dije: "Es lo que deseo". Hice mis minutos de relajación diarios, disfruté de una relajante ducha con geles y cremas de jengibre y canela, me preparé una infusión doble de tila (por si acaso los nervios salían a relucir en el último minuto), repasé lo más importante de la información que creía necesaria y dejé pasar los minutos hasta que llegara el momento de la llamada.


   Me aseguré de tener el móvil a punto: carga máxima y óptima cobertura. Me paré a pensar y decidí que la mejor manera de pasar por un momento tan importante, debía de ser rodeada de paz y tranquilidad, un sitio donde estuviese súper a gusto. "Cada vez que tengo conversaciones telefónicas largas y distendidas, ¿dónde voy a parar siempre? A la cama" me autoconvencí. Allí estaba yo, con mi pijama de peluche, sentada en la cama, con mi tila en la mesilla de noche, el móvil con la carga suficiente para dar energía a todo Cuatro Vientos, la temperatura óptima, Eri a mi lado y mi impaciencia.

   Eran ya las 13:46 y mi ZTE empezó a vibrar. En su pantalla luminosa se podía leer bien grande: MAC AEROPUERTO. 

- ¡Hola Celia! Soy Lucía, de MAC Cosmetics, ¿¡qué tal estás!?
- ¡Hola Lucía! Estoy bien... impaciente y algo nerviosa.
- ¡Tranquila! Va a ser una breve entrevista, no te preocupes por nada.
- Si te soy sincera, para mí esta es la entrevista más importante que he tenido en mi vida.
- ... ¿Qué me dices? ¿En serio?
- ... En serio...
- Me alegra saber eso...

   Y casi sin enterarme, empezó lo que sería el principio de una entrevista más larga de lo que Lucía me prometió y mejor de lo que yo me pensaba. Estaba cómoda, le respondí con total sinceridad a todas las preguntas (casi todas sobre supuestos prácticos). Fueron casi 40 minutos de conversación tanto en castellano como en inglés. ¿Había estado a la altura? ¿Le causé una buena impresión? Tal y como ella me informó, lo sabría esa misma tarde o al día siguiente vía mail, con la evaluación constructiva de la entrevista. Honestamente, colgué la llamada con un buenísimo sabor de boca. Tenía buena vibra.


     Pasó la tarde... la noche... la mañana siguiente... no me despegaba del móvil. Iba a recibir buenas noticias, estaba segura. Y así fue, recibí un mail informándome que había pasado la entrevista personal. Ahora "sólo" me quedaba el makeup test el día siguiente a una de las tiendas: debía ir 100% de negro, llevar mis propias brochas y mi cv actualizado. Fue lo único que me dijeron sobre la prueba. Fui capaz (de momento).


Capítulo 3: Hola Mac Cosmetics, soy yo.


El día de antes de la prueba de maquillaje me aseguré de tenerlo todo listo y preparado: 
✅ Ropa negra elegida para el outfit limpia y bien doblada.
✅ Cinturón de brochas presentable.
✅ Brochas impolutas.
✅ CV actualizado.
✅ Pelo, uñas, cera... on point.

   No paraba de llover y llover, sumado al viento peligroso que estaba haciendo, hizo que decidiera salir 30 minutos antes de lo que había calculado: con el Metro de Madrid nunca se sabe y no quería jugármela en un día tan importante. En Google Maps vi que justo al lado de donde me convocaron, había un gran soportal, perfecto si necesitaba esperar.




   La misma mañana me dispuse a arreglarme, no pensé en el maquillaje que iba a llevar, así que, me lo tomé con calma e hice mi signature look. Antes de salir de casa me apliqué unas gotitas de mi perfume de la suerte: Fantasy de Britney Spears. Como la señora de la casa que soy, me aseguré de que estaban todas las ventanas cerradas. Me quedé pensando apoyada en el ventanal de la terraza: "soy quien están buscando y ellos mi firma elegida, vamos a por ello". 

   Llegué a la cita 45 minutos antes. Caían chuzos de punta, y yo (para no variar) sin paraguas. Me resguardé bajo el soportal de al lado, mientras, me preguntaba si me harían a mí sola la prueba a esa hora, es decir, de uno en uno, ya que buscaban 1 sola persona, no un equipo entero (como en el caso de Esbatt). A los escasos 10 minutos vi que se acercaba una chica vestida de negro, con la capucha de su abrigo puesto, con bolso y bolsa. "Vale, ella viene también a la prueba" pensé. Dejó de hablar por teléfono y se dirigió a mí:

- Hola, perdona, ¿tú trabajas en Mac, no?
- No, no, vengo a la prueba, ¿tú también?
- ¡Si! ¿Sabes dónde puede haber un locutorio por aquí? Es que se me ha olvidado traer el cv...
- Ni idea. Pregunta al conserje de estas oficinas, está ahí mismo, seguro que él sabe 😊.
- ¡Gracias!

   Diez minutos después, se resguardó bajo mi mismo techo otra chica vestida de negro. "¡Qué elegante! ¡Es súper guapa!" pensé mientras analizaba su maquillaje. Di por hecho que el test de maquillaje sería cruzado: primero maquillas, luego te maquillan. "Sin problema, ¡me encanta improvisar con el maquillaje!".

   Quince minutos antes del comienzo de la prueba, decidí pasar dentro de la tienda, envolverme de la energía de Mac Cosmetics, de su música... iba a disfrutar, ¡estaba rodeada de maquillaje! Allí mismo ya se encontraban 3 chicas en mi misma situación. Poco a poco fueron entrando más y más. Sonaba `Wannabe´ de Spice Girls, la canción que tengo como tono de llamada para mis 2 hermanos mellizos: nada podía salir mal. Se acercó a esperar a mi lado la chica tan elegante de antes, nos miramos y cruzamos una sonrisa de complicidad.


   Unos metros más adelante, vi cómo dos chicas vestidas de negro hablaban en inglés, mientras que otras 2 ó 3 personas no paraban de subir y bajar unas escaleras con productos. A los 5 minutos de estar allí, se me acercó una de las chicas que hablaban inglés, guapísima con una gran sonrisa:

- ¿Eres Celia?
- ¡Si, soy yo!
- ¡Hola, soy Lucía! Soy la persona que te hizo la entrevista.
- ¡Hola Lucía! Encantada. Me encanta el labial que llevas.
- Es "x" labial con "x" lip-liner. Tú sí que vas bien maquillada, ¡es genial! ¡me encanta!

   Fue presentándose a todas y cada una de las candidatas sin perder un ápice de su amabilidad. Una chica le preguntó si la prueba iba a ser en inglés, a lo que ella asintió y nos aseguró que todas teníamos el nivel suficiente como para hacerla. De pronto, bajó las escaleras una de las personas que antes estaba coordinando qué productos subir. Me encantó su look pin up con tatuajes.

- ¡Hola a todas! Mi nombre es Bea (nombre ficticio). ¿Están ya todas?
- No, aún faltan 4 chicas (le respondió Lucía).
- No pasa nada. Vamos a ir subiendo todas, os vais acomodando y así esperamos a las que queden por venir.

"¿Faltan 4 personas aún? ¡Si ya es la hora! ¿Pero cuántas vamos a ser?" en ese momento me inundaban las dudas y la incertidumbre. Subí la primera, era la que más cerca estaba de las escaleras, tras de mí, la chica tan elegante.


Capítulo 4: con 4 años le cogía prestado el maquillaje a mi madre.


   Subí las escaleras, estaban a oscuras. "Cely, céntrate, no te despeñes que si no la liamos". De pronto me encontré en una sala con focos, tocadores, un gran espejo, y delante del gran emblema de la marca, una chica rubia, la segunda a la que escuché hablar en inglés. Nos saludó a todas con una sonrisa. Tomé uno de los asientos del final, 1 de los 2 puestos que estaban más cerca de las "juezas". "Que pase lo que tenga que pasar".

   Me acomodé. Vi que la chica elegante se sentó enfrente de mí, y pasados 5 minutos, se sentó a mi lado la chica a la que se le olvidó el cv.

- ¿Has podido imprimirlo al final?.
- ¡Si! Había un locutorio muy cerquita, menos mal (me dijo sofocada).
- ¡Genial!.

  Pronto me di cuenta de que faltaban algunas chicas, 3. Según dijo Lucía, íbamos a ser un total de 9. Mientras llegaban, Bea nos quiso tranquilizar:

- ¡Hola! Como ya os dije abajo, mi nombre es Bea, y soy la country manager de Mac Cosmetics travel retail. Ya conocéis a Lucía, manager de las dos tiendas del Aeropuerto Madrid Barajas, ella fue la encargada de ponerse en contacto con vosotras y haceros la entrevista. Os presento a Margot (nombre ficticio), es de París, ella es la trainer manager. A partir de ahora el proceso de selección va a ser todo en inglés para que Margot nos pueda entender, si alguna sabe francés y quiere hablarlo, perfecto. Para romper el hielo y conocernos un poco mejor vamos a ir presentándonos brevemente...

   Me tocó a mí la primera. "Venga, valiente, que eres una valiente subiendo la primera, agonías, que siempre te quieres poner la primera y mira ahora" me autoflagelé en ese momento. Yo así 😬... "Venga Celita, abre esa boquita". Hablé brevemente de mí, y noté que congenié rápidamente con Bea, que me hizo alguna pregunta interesada en lo que dije. Mientras, llegaron 2 de las 3 chicas que faltaban, pasaban ya casi 20 minutos desde la hora a la que nos congregaron. Escuché cómo todas decían la escuela de maquillaje de donde procedían; "¿Soy la única autodidacta?" me pregunté, parecía que sí... Le tocó por último, el turno a la chica elegante: Desi (nombre ficticio), dominicana, bailarina de ballet, publicista, hablaba un perfectísimo inglés americano.

   Margot, la trainer manager, enseguida nos dio las directrices a seguir en el test de maquillaje: nos intercambiaríamos con nuestra compañera de enfrente. Primero, mi fila haría de maquilladora y luego haríamos de modelos. Constaba de 2 fases:
1) 5 minutos para coger todos los productos necesarios. 20 minutos para realizar un maquillaje completo de rostro, salvo labios, el look que quisiese nuestra compañera. 
2) 5 minutos para coger los productos necesarios. 10 minutos para hacer un bold lip, o lo que es lo mismo, un diseño fuerte de labios. Contaría la precisión, simetría y creatividad.

   Alcé la mirada sobre la encimera donde se encontraban los productos disponibles para la prueba. Y comenzó la acción. Lo cierto es que fue fácil trabajar sobre Desi, mi compañera, una persona amable, extrovertida, abierta a mis sugerencias. Mis ganas de acción, mi improvisación creativa con el maquillaje desde que tenía 4 años, la lista de reproducción de Spotify y la cuenta atrás fueron suficientes para lanzarme a la piscina. Me sobraron 3 de los 5 minutos necesarios para escoger el material con el que trabajar, no sólo el look de rostro, sino el lip art.

- Ready? GO!

   
   Comenzaron los primeros 20 minutos para demostrar a Mac Cosmetics de lo que era capaz. Puse todas mis ganas, imaginación, simpatía y destreza. ¿El maquillaje que le hice a Desi? Mi look insignia que realzaba su belleza natural. No levantaba la vista de mi lienzo mientras le explicaba paso a paso lo que iba haciendo, cada producto que utilizaba, porqué... De vez en cuando se pasaban las managers a comprobar que todo estaba OK, para preguntarme diferentes cosas, etc. Mientras maquillaba hacía playback de algunas canciones que sonaban: estaba disfrutando de verdad. De pronto paré, ya había terminado. Aún sobraban 5 minutos... no me lo podía creer... No quise tocar nada más, no quería pifiarla.

- Time´s up!

   Solté lo que tenía en las manos. Era el turno de evaluar mi trabajo. Se acercaron primero a mi puesto, miraron con gran esmero cada pincelada sobre el rostro de Desi.

- Tiene un poco de glitter por aquí, quítaselo ahora cuando os demos tiempo de nuevo.
- Vale, gracias.

  Fueron pasando puesto por puesto. No me fijé en lo que le decían a cada una de las allí presentes. En ese momento levanté la mirada y vi el resto de maquillajes, "¿me habré pasado?".

- You´ve got 2 minutes. Go!

   Y allí estaba yo, quien lo iba a decir: luchando contra el glitter. Pude con él 🙌. El tiempo acabó y volvieron a pasar para revisar cada trabajo. Por suerte sólo se entretuvieron 1 segundo y medio en mi puesto, "eso es bueno" pensé mientras miraba con una sonrisa nerviosa a Lucía. Ella me devolvió un guiño que me dio confianza. 




   Era el turno de los labios. Margot se situó a mi lado para explicar de nuevo cómo sería la siguiente prueba. Se dio cuenta rápidamente que yo ya había cogido los productos necesarios, por lo que me felicitó y me sonrió. Mientras el resto de compañeras iban de un lado a otro escogiendo y yendo a sus puestos, yo terminaba de madurar la idea original: "Voy a hacerle una fantasía" le dije a Lucía. 

   Y así fue. El tiempo comenzó y mi pulso se comportó genial conmigo ese día. Fui aplicando más productos de los que en un principio pensé. Quería que me quedase bonito, bien hecho y que me diese tiempo: un malabar. "¡Tú pon! ¡Di que sí valiente!". Cuando pensé que había acabado, vi por el rabillo del ojo las sombras mono, nadie las había tocado. "¡Contraste! ¡Contraste!" me dije a mí misma mientras pensaba en los looks tribales que tanto me gustan, y fui directa a una sombra cyan y a una amarillo canario. "¡Amarillo!", cogí un bastoncillo y le decoré el labio inferior con un punto. El tiempo se acabó y era el turno del veredicto. "La suerte está echada, no puedes hacer nada más" pensé tranquilizándome mientras Margot, Bea y Lucía tomaban nota de mi ejercicio.

- Great (dijo Margot volteándose hacia mí).

   A partir de ese momento era el turno de mis otras compañeras. Me quedé en manos de Desi; cuanto más tiempo pasábamos juntas, más nos sincronizábamos. Al final de la prueba completa, nos dijeron que nos comunicarían el veredicto en 1 semana aproximadamente. Les entregamos los cv y nos fuimos, no sin antes de darles las gracias por la oportunidad. Inconscientemente Desi y yo seguíamos hablándonos en inglés. Nos intercambiamos nuestros Instagram y nos deseamos la mejor de las suertes. Sólo nos quedaba esperar.




Capítulo 5: Disfruta del camino.



   A partir del makeup test, no sabía si estaba más tranquila o no, quedaba saber lo verdaderamente importante: la respuesta. No me despegaba del móvil, estaba pendiente de todas y cada una de las notificaciones que me saltaban, revisaba incluso la bandeja de spam del mail cada poco tiempo... 

   Kike y yo habíamos planificado un estupendo viaje a Portugal para la semana siguiente a la prueba. No conocíamos el país luso y aprovechando una caja-experiencia que nos regalaron por nuestra boda, pusimos rumbo a Peniche, Sintra, Casçais y Lisboa (entre otros lugares espectaculares). Guardo un buenísimo recuerdo de esos días, nos lo pasamos genial, la gente un encanto, los parajes preciosos... "Tenemos que volver". Pasaban los días, las semanas... y no teníamos noticias:

- ¿Te imaginas que me llaman y me dicen: "hemos tardado tanto en contestarte porque la chica que estaba de baja ya se ha incorporado y ahora tenemos un puesto indefinido vacante"?. 
- Eso sería genial (me contestó Kike).


  Una de las primeras cosas que hice impulsivamente cuando Mac Cosmetics contactó conmigo, fue decírselo a las personas que conozco y que trabajan para la marca o han trabajado. Una de ellas, es amiga de la chica que estaba de baja (¿casualidad?), otra conocía desde hace tiempo a la anterior encargada del aeropuerto... mucha casualidad... y más cuando ¡yo también la conocía y no sabía que había sido la encargada!.

   De repente, mientras fotografiaba unos productos un lunes, recibí la tan ansiada llamada:

- Hola Celia, soy Lucía. Siento muchísimo la espera. Quería ponerme en contacto telefónico con cada una para daros el veredicto. Tras la prueba, estuve de vacaciones y antes de irme no tenía aún el feedback.
- No te preocupes.
- Quiero que sepas que nos encantaste. Tu look, tu maquillaje, cómo te expresabas, tu inglés, ¡pareces enteramente una inglesa! Alucinamos con el maquillaje que llevabas antes del test. 
- ¡Gracias! Para inglés perfecto el de Desi.
- ¡Si! Te quería comentar varias cosas. Hemos decidido contratar a Desi para ese puesto en concreto, creemos que da más el perfil (me dio las razones). Desi y tú fuisteis mis preferidas, os compenetrasteis a la perfección, fuisteis muy buenas compañeras. Pero tengo buenas noticias...
- No te preocupes... ¿Crees que podría volver a aplicar para otro puesto?
- ... De eso te quería hablar. Hay una vacante, esta vez es un puesto normal, con contrato indefinido. Queremos que lo intentes de nuevo y vengas a hacer una prueba cuando te avise.
- Genial, avísame cuando lo sepas.


   Hablamos más, me dio detalles y mucha confianza. Esa semana estaba aún más atenta al móvil: era posible recibir la llamada para concretar la nueva cita en cualquier momento, ya que las 2 managers estaban de nuevo en Madrid. Hice mis planes, mi vida. Llegó el jueves, fui a los eventos que tenía programados, visité a María en Mac Cosmetics Fuencarral y quedamos para ir juntas al evento de esa misma noche. Comí, me eché la siesta para luego aguantar bien por la noche, y cuando me desperté y me disponía a arreglarme, recibí la llamada que tenía pendiente con Lucía:

- Si quieres y puedes, porque te lo he dicho muy precipitadamente y a lo mejor no puedes, tienes mañana otro test. 
- ¡Si, claro!





   Concreté con ella todos los detalles. Sería en la misma tienda del aeropuerto. Ya estaba de nuevo nerviosísima. "¿Voy a la fiesta de por la noche?" dudaba. Me dije a mí misma que no estaría de más el poder disfrutar de mis amigas y compañeras unas horas antes de tan importante cita con Mac Cosmetics. Me animé, fui, llovía a cántaros. Salvo María, ninguna más sabía nada de lo que pasaba, ni de las noticias de esa semana. Sólo algunas sabían que semanas antes me habían llamado de Mac Cosmetics. María me calmó y me dio ánimos. A la hora de cenar ya estaba en casa. "Descansa Celia, mañana es el día..."



Capítulo 6: Mi oasis.


   Siempre que me despierto miro el móvil, nada extraño si eres de la generación Millenial como yo. Abrí Instagram, y me apareció un Gif precioso de Gal Gadot (actiz Wonder Woman) donde acariciaba con muchísima ternura la cara de su abuelo. 



   Aludiendo a mi inspiración tribal del lip art que le realicé a Desi, decidí optar por un look cañero que hice el año pasado durante la temporada de festivales. "Así soy yo", ese look me encantaba y creí que también les gustaría a ellas. 

   Me descargué al móvil música relajante, y la escuché durante todo el trayecto al aeropuerto. Mientras, me distraída metiéndome en Instagram. Cada vez que intentaba entrar en la red social, saltaba como primer post, el gif de Gal Gadot con su abuelo, continuamente, una y otra vez. No sé cómo explicarlo, pero ese día me sentí muy "acompañada"... 




   Llegué súper pronto a la T4. Aproveché para ir al baño, sentarme en una cafetería cercana al punto de encuentro, comerme un caramelo para que no me diera un parraque por hipoglucemia y tratar de relajarme. "Es mi última oportunidad", no paraba de pensar inevitablemente. Me acerqué al punto cero y al poquito llegó otra chica candidata. A escasos minutos apareció Lucía y nos presentó a ambas, sacó las tarjetas de seguridad identificativas de las 2, se guardó otra y nos dijo que esperáramos a la otra chica que quedaba, que ella tenía que ausentarse unos minutos.

- ¡Qué fuerte! ¡Tiene la tarjeta de otra chica y no ha venido todavía! (exclamó Alba, nombre ficticio).
- Bueno, no pasa nada, aún no son ni menos diez, hay tiempo.


   Los próximos 5 minutos serían casi una tortura con ella. No paraba de quejarse y lamentarse por absolutamente todo. Tenía muchísimos aires de superioridad. Notaba que me consumía la energía cada minuto que pasaba: necesitaba evadirme de ella y seguir en mi línea de positivismo. 




En ese momento llegó, Rocío (nombre ficticio), la chica que faltaba, ¡aleluya!.

- Hola, soy Rocío, ¡encantada! (nos dimos 2 besos)
- Encantada, yo soy Cely.
- Mmmmm, ¡qué bien hueles!
- Es Fantasy de Britney Spears.




   Nos reímos las 3 y les dije que no subestimaran a Britney Spears, diva y diosa donde las haya. Rocío, súper simpática, me dijo que a ella también la encantaba, sobre todo desde 2007 cuando se autorapó la cabeza. ¿Alba? No paró de darnos lecciones de sabiduría, y por supuesto, nos habló de sus masters, y de todos los logros que estaba teniendo. Rocío y yo la mirábamos tal que así:




   Llegó el momento de hacer la prueba. En la tienda ya nos esperaba Margot, nos saludó amablemente, me dijo que se alegraba de verme de nuevo (seguro que yo más, creedme) y que le encantaba mi maquillaje. Alba y Rocío hicieron el makeup test, a mí me tenían otra prueba diferente, ya que esta última la había pasado y sabía de qué se trataba. Mi prueba constaba de interactuar con los clientes, el primero que llegase, lo tenía que atender yo. Si hubiese un impass en el que no pasara nadie, Lucía la manager, haría las veces de cliente.

   Entraron 2 amigas juntas, y luego una chica embarazada. Fui a atenderlas sin corte alguno. Me encanta el trato con la gente y sobre todo ayudar en temas de maquillaje. Tras ello, "atendí" a Lucía y le hice una demo con todo lo que conlleva. Lo cierto es que fue un cielo. En ese momento llegó Bea, la country manager, se alegró mucho al verme y estaba encantada con el maquillaje que llevaba (definitivamente ¡había acertado con el look!). Quedé muy satisfecha de cómo había salido. Pasaban los minutos e iba atendiendo a cada cliente que entraba, sin que ellas me dijeran que lo tenía que hacer. No pensaba quedarme de brazos cruzados. 

   Llegó el punto de que Bea me pidió que le retocara su labial, lo hice gustosamente. Mientras, me preguntaba un montón de cosas con respecto al trabajo y a nivel personal para conocerme más. Hablamos casi como si nos conociéramos de toda la vida. Le conté cómo conocí a Kandee Johnson, lo reviví, me emocioné y ella también.



   Una vez terminé con ella, proseguí atendiendo a más y más clientes. Incluso le pregunté a Margot si quería que le retocase el maquillaje. De repente paró de venir gente, y noté cómo las 3 managers se reunían a un lado. Alba y Rocío seguían realizando la prueba. Yo mientras, traté de evadirme de todos los nervios y el stress a los que había estado sometida en las últimas semanas. Pensaba en que quería trabajar allí mismo, me veía formando equipo. Busqué mi pequeño oasis en aquella enorme terminal, rodeada de gente de todas las partes del mundo. Cuando vi que ya habían terminado de hablar, suspiré profundamente y me desabroché la manta de brochas.

- ¿Qué disponibilidad tenéis? (Nos preguntó Bea a las 3).
- Inmediata (dijimos casi a la vez Rocío y yo).
- A partir del 22, bueno no, del 23 porque claro el 22 es mi último día en... (desconecté mientras terminaba la frase Alba)

   Nos dieron un plazo de 1 semana para dar a conocer la respuesta. Nos despedimos y nos fuimos por donde vinimos. No pararon de preguntarme cosas tanto Alba como Rocío. Alba seguía quejándose de cosas del makeup test, Rocío se despidió de mí y me miró con compasión porque se tenía que ir hacia al parking. Me quedé sola ante el peligro.

   Durante 50 minutos interminables en el Metro, no paré de escuchar la misma retaila que los primeros 5 minutos en el aeropuerto. Se quejaba del trabajo de Rocío, incluso me llegó a decir: "Rocío y tú, si, sois maquilladoras, pero yo soy mucho más, soy maquilladora, tengo 2 masters, soy bióloga, me especialicé en cosmética, tengo 7 años de experiencia en maquillaje..." (volví a desconectar).



"Aguanta, sólo quedan 5 paradas para que se baje" descontaba las estaciones como días un preso para volver a la libertad. La gente de nuestro alrededor me miraba con la misma compasión que Rocío. Tras decirme Alba que a ver qué la iban a ofrecer en Mac, porque claro, ella estaba muy bien pagada donde estaba, que ella había hecho un trabajo impecable solo que los labiales no habían estado a la altura y le habían estropeado su trabajo y bla bla bla (entre otras lindezas), me vi en la necesidad de decirle:

- Lo siento Alba, creo que te estás equivocando. No entiendo por qué dices todo esto, no sé por qué te comparas con Rocío y conmigo cuando no conoces ni un ápice del trabajo que llevamos a nuestras espaldas. No tengo certificado de una academia de maquillaje, pero sí 16 años de experiencia, no 7, no soy bióloga, pero sí técnico de laboratorio clínico. Antes de intentar quedar por encima de la gente y ofenderla, piensa primero, porque te puedes llevar más de una sorpresa.


Se quedó con cara de asombro y parece que pisó la Tierra por unos instantes. Llegó la estación de Metro donde se tenía que bajar, nos deseamos suerte y nos despedimos.




Nada más ver a Kike le dije de ir a comer sushi donde fuimos a celebrar la primera vez que me llamaron de Mac Cosmetics, me había dado suerte.




Capítulo 7: No llores. No puedo.


   Me sentí liberada durante todo el fin de semana, descansé estupendamente y casi finalizando de organizar toda la casa. No pensé en nada relacionado con la entrevista.

   El lunes tras la prueba, volví con mi "uniforme" de seÑora (con ñ mayúscula). Pijama, batín, y sentada en el suelo bajo las escaleras haciendo limpia de cajas. En ellas había auténticos tesoros, desde el primer móvil que tuvo mi padre, a muñecos de mi infancia... pero sobre todo muchas fotos de cuando era pequeña. Miraba las instantáneas una y otra vez, recordando los buenos momentos; mientras, Kike bajaba y subía de casa yendo a tirar la basura. En una de las fotos, aparecía mi abuela conmigo, las 2 sentadas a la vera del río, yo no contaba con más de 4 años. 





Se la enseñé a Kike, me hacía muchísima ilusión. En ese momento vibró el móvil. Pausé de repente la música de Spotify y exclamé:

- ¡Un mail! ¡De Lucía de Mac!
- ¿Qué te dice?

Comencé a leer, no aguanté ni 2 líneas, bloqueé el móvil y me eché a llorar y llorar con las manos en la cara, sentada bajo las escaleras y rodeada de buenos recuerdos. Me quedé muda mientras sollozaba. 

- ¿Qué pasa?... ¿Que ha dicho?... Bueno... no te preocupes... no pasa nada... no llores... ven...

Kike me abrazó durante unos instantes, mientras me repetía "No llores", le miré a la cara y le dije:

- No puedo. Me han cogido. Me han cogido de Mac.


No sabría decir la potencia con la que Kike saltó y se desprendió de su abrigo.

- ¡Eso es bueno! ¡Eso es bueno! ¡TOMAAAAAA!


   Me dio por mirar la hora en la que recibí el mail: 22.22. Tras ver una foto en la que salíamos mi abuela y yo. Ahí estaba yo, sin saber casi ni qué hacer, tras muchos "No, no tienes certificado de maquilladora", ver cómo una firma de especialista en cejas redondeaban mi fecha de nacimiento y lo ponían en el montón de cv de gente mayor de 30 años, o "Para vender nuestro maquillaje, tienes que salir al pasillo y llamar a la clientela"... ahí estaba yo, sin saber casi ni qué hacer.



Gracias a todos los que habéis confiado en mí. A todos los que no habéis tenido prejuicios. A todos los que hacéis de este mundo un sitio mejor donde vivir. A todos, sin importar sexo, raza o religión, y por supuesto, la edad, os espero con los brazos abiertos en MAC COSMETICS T4 de Madrid Barajas.




· Cely GH ·


10 comentarios:

  1. Enhorabuena Cee!!! Te lo mereces :) a la gente buena le acaban pasando cosas buenas.
    Seguro que te augura un gran futuro profesional
    Un beso, abrazo y todo a la vez!

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    1. Gracias Ángela! uno de los motivos para ser feliz y llegar a conseguir tus metas, es rodearte de de gente como tú. Mil gracias!

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  2. Primero muchísimas felicidades por conseguir lo que muchos no consiguen en su vida, ser feliz. Segundo, decirte que me ha encantado el postre y por último, ganas de ver tus productos looks by Mac. Estoy segura que serán increíbles ������. Felicidades

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    1. Gracias Panda! Me encantó la charleta por teléfono que tuvimos el otro día. Me siento muy afortunada de tenerte como amiga. Un millón de besos!

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  3. Me alegro Celia xq la humildad y la profesionalidad ahora con la crisis también se valora. Te lo mereces a por ello y a seguir así. Muchos besos

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  4. Enhorabuena cely!!! Tantos años de esfuerzo y dedicación parece que han surtido su efecto, creo que cogeré prestada alguna de tus vivencias como ejemplo para futuros días y luchas.

    Pd; si te interesa puedo intentar explicarte (más bien opinarte) a mí manera lo de las 22:22 (es racional y aburrida...pero)jajajaaj

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  5. Enhorabuena preciosa, ya te he dicho mil veces que tu lo vales y punto, y que un titulo de maquillaje sin creatividad no es nada. A ver si coincido algún día en el aeropuerto contigo y sino tenemos un café pendiente para darte el achuchon que te mereces.

    Muarsss

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